12.05.2014

Docenario Viernes, 5 de diciembre de 2014 -

Docenario Viernes, 5 de diciembre de 2014 - 


 Jesús y María, nuestros Servidores. Hemos estado considerando algunos aspectos importantes de nuestra Madre que nos ayudan a sorprendernos del gran amor que Dios ha manifestado a México y al mundo a través del Acontecimiento Guadalupano. En las circunstancias actuales de este México bronco queremos meditar, reflexionar sobre puntos básicos que nos ayud...
arán a salir de esta etapa dolorosa. En este día vamos a contemplar cómo, por influjo de nuestra Madre, el obispo fray Juan de Zumárraga, una vez que se ha servido a Juan Diego en la casa episcopal, lo acompaña para que le muestre el sitio donde la Virgen quería su casa. Sin duda, al convocar el Obispo que se levantara la casita a Santa María mucha gente fue dispuesta a servir. Así, Pueblo de Dios, Obispo y profeta se unen en el mismo servicio encabezados por la Servidora del Dios, de la vida y servidora nuestra también. Aprendamos de Dios, de Jesús, de Santa María de Guadalupe a ser mejores servidores de nuestros prójimos y compatriotas en estos momentos de tanto dolor para much@s.

Primera consideración: Preparativos para la visita al sitio de las Apariciones. Una vez que Juan Diego pasó todo el día y la noche en casa del Obispo después de la aparición de la Imagen Guadalupana en casa del mismo, comienza de parte de Dios la glorificación de Juan Diego. ¡Qué sabio y maravilloso es nuestro Dios que es capaz de cambiar a las personas de indiferentes y hasta opuestas a otros a amigos inseparables y colaboradores fieles! Dejémonos cambiar por el Dios de la vida, el que une y da vida nueva, el que hace amigos en Él a muchos, el que nos enseña a servir…

Segunda consideración: El Obispo le dice a Juan Diego que les muestre en dónde quiere la Virgen que se le haga su templo (N.M. 192-193). El miércoles 13, Juan Diego, el Obispo y otros más fueron a conocer el sitio elegido por Dios para construir la casita materna. Imaginemos este hecho: Juan Diego debió ir gozosísimo por la calzada por donde había caminado con experiencias y afectos tan distintos en los días anteriores. Iría comentando por el camino con otros indígenas y ante el Obispo lo que sentía. A lo mejor rezaron juntos un rato por el trayecto. Dios es capaz de hacer que trabajen juntos y recorran por el mismo camino aun aquéllos que estuvieron distanciados. Confiemos en su poder y misericordia. Pidamos a María que sepamos tener el corazón abierto a todos para que Dios obre a través de nosotros.

Tercera consideración: Juan Diego muestra el sitio donde la Virgen quiso que estuviera su casita (194). ¡Qué alegría para él terminar el encargo que le había dado Ella, ahora todo dependería del Obispo y de las gentes que se organizaran para hacer la ermita! Pensemos un poco cómo anda nuestra colaboración con el obispo, con el párroco de nuestro lugar, con la comunidad parroquial o diocesana. ¿Colaboramos con las obras y organizaciones de la Iglesia? Que María nos conceda ser servidores de la Iglesia y de la comunidad ambiental.

Cuarta consideración: El Obispo y la gente de la comunidad inician el trabajo para construir el templo de María (193). Contemplemos esta escena en la que el Pueblo de Dios, unido todo, encabezado por su obispo, hace la obra que Dios quiere para bien de todos. Alabemos la providencia de Dios y estimemos nuestros templos, casas de Dios, de María y de nosotros.

Quinta consideración: Juan Diego va a la casa de su tío Juan Bernardino acompañado de varias personas (194-196). Es natural que Juan Diego haya querido ir a ver a su tío pues hacía más de día y medio que no le veía y lo había dejado enfermo. No era por duda seguramente, pero quería ir a servirlo por ser anciano. ¿Cómo anda nuestra disponibilidad para servir? ¿Qué tanto nos preocupamos, eficazmente, de la salud de nuestros familiares, amigos, vecinos..? ¿Visitamos como Jesús y María a los enfermos? ¿Qué haremos en adelante ante estos ejemplos y testimonios? Descubramos que nuestro mundo es muy flojo para los servicios. Todos queremos recibirlo o que nos paguen por los servicios. Pero Jesús nos dice: “Den gratis lo que gratis recibieron”. ¿Qué podríamos hacer en nuestras comunidades para que haya mejores servicios religiosos, de salud, vivienda, escuelas, centros de recreación y promoción social..? Apoyos bíblicos: Jn 13, 1-17; Fil 2, 5-11.Frase del Evangelio: “Zaqueo, baja pronto, porque conviene que me quede Yo en tu casa.” (Lc 19-5). -

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