11.30.2009

MARIA, MADRE DE LA EUCARISTIA


MARIA, MADRE DE LA EUCARISTIA

María, Madre de la Eucaristía,gema preciosa de Dios,perla brillante del cielo y de la tierra,co-redentora de la humanidad,Madre de todos nosotros,mira a tus pobres y humildes criaturas,ayudanos a entender el amor de Jesús la Eucaristía.

Obtén para nosotros las graciasque cada uno necesitamos,con tal de que estén conformes a la voluntad de Dios.

María, Madre de la Eucaristía,Madre de Jesús y Madre nuestra,nosotros, aun cuando imperfectos,contamos con tu ayuda.

Gracias María, Madre de la Eucaristía.AMEN.

11.26.2009

ALABANZAS A MARÍA SANTÍSIMA, VIRGEN DEL ADVIENTO



ALABANZAS A MARÍA SANTÍSIMA, VIRGEN DEL ADVIENTO

¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro purismo seno, en que por nueve meses hizo su morada el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro maternal regazo en que reposó y durmió dulcemente el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros santísimos brazos, que llevaron, abrazaron y tiernamente estrecharon al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditas vuestras hermosísimas manos, que acariciaron y cuidadosamente sirvieron al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros ojos virginales que con tanto deleite se recrearon contemplando el rostro del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros oídos castísimos, que con tanta frecuencia oyeron el dulce nombre de Madre de la boca del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros candidísimos labios, que con gozo inexplicable imprimieron tiernos besos en el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.
¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendita vuestra lengua angelical, que sin cesar alabó y llamó hijo querido al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

11.25.2009

SÚPLICA A LA MEDALLA MILAGROSA



SÚPLICA A LA MEDALLA MILAGROSA
Se reza a las 5 de la tarde del 27 de Noviembre, Fiesta de la Medalla Milagrosa, y en las necesidades urgentes, cualquier día, a esa hora.Oh Virgen Inmaculada, sabemos que siempre y en todas partes estás dispuesta a escuchar las oraciones de tus hijos desterrados en este valle de lágrimas, pero sabemos también, que tienes días y horas en los que te complaces en esparcir más abundantemente los tesoros de tus gracias. Y bien, oh María, henos aquí postrados delante de Ti, justamente en este día y hora bendita, por Ti elegida para la manifestación de tu Medalla. Venimos a Ti, llenos de inmensa gratitud y de ilimitada confianza en esta hora por Ti tan querida, para agradecerte el gran don que nos has hecho dándonos tu imagen, a fin que sea para nosotros testimonio de afecto y prenda de protección. Te prometemos, que según tu deseo, la santa Medalla será el signo de tu presencia junto a nosotros, será nuestro libro en el cual aprenderemos a conocer, según tu consejo, cuánto nos has amado, y lo que debemos hacer para que no sean inútiles tantos sacrificios tuyos y de Tu Divino Hijo. Sí, Tu Corazón traspasado, representado en la Medalla, se apoyará siempre sobre el nuestro y lo hará palpitar al unísono con el tuyo. Lo encenderá de amor a Jesús y lo fortificará para llevar cada día la cruz detrás de Él.
Ésta es tu hora, oh María, la hora de tu bondad inagotable, de tu misericordia triunfante, la hora en la cual hiciste brotar, por medio de tu Medalla, aquel torrente de gracias y de prodigios que inundó la tierra. Haz, oh Madre, que esta hora que te recuerda la dulce conmoción de Tu Corazón, que te movió a venirnos a visitar y a traernos el remedio de tantos males, haz que esta hora sea también nuestra hora, la hora de nuestra sincera conversión, y la hora en que sean escuchados plenamente nuestros votos.
Tú, que has prometido justamente en esta hora afortunada, que grandes serían las gracias para quienes las pidiesen con confianza: vuelve benigna tu mirada a nuestras súplicas.
Nosotros te confesamos no merecer tus gracias, pero, a quién recurriremos oh María, sino a Ti, que eres nuestra Madre, en cuyas manos Dios ha puesto todas sus gracias? Ten entonces piedad de nosotros. Te lo pedimos por tu Inmaculada Concepción, y por el amor que te movió a darnos tu preciosa Medalla. Oh Consoladora de los afligidos, que ya te enterneciste por nuestras miserias, mira los males que nos oprimen.
Haz que tu Medalla derrame sobre nosotros y sobre todos nuestros seres queridos tus benéficos rayos: cure a nuestros enfermos, dé la paz a nuestras familias, nos libre de todo peligro. Lleve tu Medalla alivio al que sufre, consuelo al que llora, luz y fuerza a todos. Especialmente te pedimos por la conversión de los pecadores, particularmente de aquéllos que nos son más queridos. Recuerda que por ellos has sufrido, has rogado y has llorado. Sálvanos, oh Refugio de los pecadores, a fin de que después de haberte todos amado, invocado y servido en la tierra, podamos ir a agradecerte y alabarte eternamente en el Cielo. Amén

11.24.2009

LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA


LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA
ORACIONES Y NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA MEDALLA MILAGROSA
“HAZ ACUÑAR UNA MEDALLA COMO ESTE MODELO. TODAS LAS PERSONAS QUE LA LLEVEN RECIBIRÁN MUCHOS FAVORES. LAS GRACIAS SERÁN ABUNDANTISIMAS PARA LAS PERSONAS QUE TENGAN CONFIANZA”

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Benignísima Madre de Misericordia Hija de Dios Padre, Madre de Dios, Esposa del Espíritu Santo, Noble descanso de todos. Vos sois en las cosas dudosas nuestra luz; en las tristes das consuelo; en las angustias alivio; y en los peligros y tentaciones fiel socorro. Sois paraíso de gracia y espirituales dones. Bienaventurados los que de veras os aman y sirven, y los que por santidad de vida se hacen siervos y devotos nuestros, a vuestra piedad pues, recurro, Reina y Señora mía para que me enseñéis, gobernéis y defendáis en todas las horas y momentos de mi vida suplicándoos humildemente ahora me alcancéis de la Majestad Divina la gracia que al presente os pido, si conviniere para bien de mi alma y si no conviene, vos, como abogada mía, dirigid mi voluntad sólo a lo que se honra y gloria de Dios y salvación de mi alma.
Amén
ORACIÓN PARA OBTENER UN FAVOR
Inmaculada Madre de Dios y madre mía, que al entregamos tu Medalla, te has mostrado dispensadora de todas las gracias del cielo. Reconozco mi indignidad para merecer tu protección; pero miro tu imagen con los brazos abiertos y recurro a ti para que me concedas la gracia que te pido.(Aquí se pide la gracia y se reza tres veces la oración jaculatoria:OH María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti).
AMEN

Mensaje de la Virgen a un alma angustiada


Mensaje de la Virgen a un alma angustiada
–Querida hija mía, es penoso para mí que tú dudes. Confía en mí aún al grado de parecer tonta. Yo no te dejaré caer. ¿No soy yo una Madre amorosa? ¿No soy yo mejor que tú? Sé contenta y feliz con el destino que mi Hijo ha marcado para ti. Pon tus propios planes dentro de mi Corazón maternal. De esta manera tú serás agradable a mí y a Jesús. Como ustedes quieren a sus hijos y los cuidan, Yo los quiero aún más y cuido de ustedes. Yo te llevo en la palma de mi mano y te baño con mis gracias, en proporción de como tú te aferres a mí.
–En respuesta me gustaría pedirte que sonrías siempre cuando tú me hables a Mí, a tu familia y a todos los que encuentres. Podría ser este el pan de gracia diario hasta tu muerte. Siempre que tú sonríes a alguien yo te sonrío a ti. Este será el secreto de amor entre nosotras dos. Tú debes leer mis mensajes, especialmente cuando la amargura de la vida te llegue al corazón.
¡Que Jesús y María, los dos grandes Últimos, nos bendigan!

11.18.2009

Santísima Virgen de la Divina Providencia



Santísima Virgen de la Divina ProvidenciaPatrona de Puerto Rico, 19 NoviembreAutor: Fuente: Corazones.org
La devoción a la Virgen de la Divina Providencia se origina en el siglo XIII en Italia, de donde llegó poco tiempo después a España, en donde se construyó un santuario en Tarragona, Cataluña.Se dice que el nombre de Divina Providencia, le fue asignado a la Virgen por San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien en una ocación en la que él y sus frailes no tenían nada que comer, invocó la protección de su Patrona, al poco tiempo se oyó toques en la puerta del convento, encontrando al abrila dos canastas llenas de alimentos.La imagen original venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, es un hermoso óleo en el que aparece la Virgen con el Divino Niño dormido plácidamente en sus brazos. Se cuenta que el título "de la Divina Providencia", se debe a San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien al invocar la protección de la Virgen un día en que sus frailes no tenían nada que comer, encontró a la puerta del convento dos cestas repletas de alimentos sin que se pudiese conocer su procedencia. La imagen mandada a hacer por Don Gil Esteve fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una hermosa imagen sentada, "de ropaje, (es decir, hecha para ser vestida), y estuvo expuesta al culto en la catedral durante 67 años, hasta que en 1920 fue sustituida por otra magnífica talla, toda de madera, que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y conocida por las comunidades puertorriqueñas.María se inclina sobre el Niño, que en total actitud de confianza duerme plácidamente en su regazo. Las manos de la Virgen se unen en oración mientras sostiene suavemente la mano izquierda del Divino Infante. El conjunto sugiere ternura, abandono, devoción y paz.El Papa Pablo VI declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, como patrona principal de la isla de Puerto Rico mediante un decreto firmado el 19 de noviembre de 1969. En ese documento se decretó también que la solemnidad de la Virgen debía trasladarse del dos de enero, aniversario de su llegada a la isla, al 19 de noviembre, día en que fue descubierta la isla de Borinquen. Se quiso unir así los dos grandes afectos de los puertorriqueños; el amor por su preciosa isla y el amor por la Madre de Dios.La talla más antigua, que data del 1853, fue la elegida para ser coronada solemnemente durante la reunión del Consejo Episcopal Latino Americano celebrada en San Juan de Puerto Rico el 5 de noviembre de 1976. La víspera del acontecimiento esta imagen fue vilmente quemada en la Parroquia de Santa Teresita de Santurce. Pero eso no detuvo la solemne coronación, que ocurrió en medio de la emoción y las lágrimas de millares de sus hijos y la presencia de cardenales, arzobispos y obispos venidos de toda Latinoamérica.La imagen quemada fue enviada a España para ser restaurada. Actualmente espera la construcción del proyectado gran santuario nacional para ser allí colocada

Oración por la Vida


Oración por la Vida
Oh María,aurora del mundo nuevo,Madre de los vivientes,a Ti confiamos, la causa de la vida:mira, Madre, el número inmensode niños a quienes se impide nacer,de pobres a quienes se hace difícil vivir,de hombres y mujeres víctimasde violencia inhumana,de ancianos y enfermos muertosa causa de la indiferenciao de una presunta piedad.Haz que quienes creen en tu Hijosepan anunciar con firmeza y amora los hombres de nuestro tiempoel Evangelio de la vida.Alcánzales la gracia de acogerlocomo don siempre nuevo,la alegría de celebrarlo con gratituddurante toda su existenciay la valentía de testimoniarlocon solícita constancia, para construir,junto con todos los hombres de buenavoluntad, la civilización de la verdad y del amor,para alabanza y gloria de Dios Creadory amante de la vida.
Autor: Juan Pablo II

El Olivo DE LA MISERICORDIA


El Olivode la misericordia

Dios te salve María, Madre de Dios,Dios te salve María, Reina de la bondad,Olivo de la misericordia,por medio de quien nos llegóel remedio de vida.Porque por tu Hijo, tú eresla verdadera Madre de todos lo hombres.Hoy, por amor a Él, acéptame,aun no siendo digna de tu amor de madre.Ayúdame a aumentar mi fe,guárdamela, fortifícamela. Concédeme tus cuidados en esta viday recíbeme en la plenitud de tu maternidada la hora de la muerte. Amen. Santa Gertrudes de Helfta(1256-1302) Dios te salve, María,llena eres de gracia, el Señor es contigo,bendita tú eres entre todas las mujeresy bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.Santa María, Madre de Dios,ruega por nosotros, pecadores,ahora y en la hora de nuestra muerte.Amen.

11.15.2009

La devoción a la “Madonna della Fiducia”


La Promesa
Las más grandes gracias reservadas para todos aquellos que tienen esta devoción, están contenidas en la promesa de la Santísima Virgen a la venerable hermana Clara Isabella:


"La divina Señora se dignó revelarme que cada alma que con confianza se presente delante de este cuadro -teniendo verdadero dolor y arrepentimiento- experimentará la contrición por sus pecados y obtendrá de su Divino Hijo el perdón. Más aún, mi Divina Señora me aseguró, con el amor de una verdadera madre, que garantizaría una especial devoción hacia Ella, a todos los que contemplaran esta imagen".


La devoción a la “Madonna della Fiducia” se muestra particularmente benéfica cuando se reza la jaculatoria “¡Madre mía, confianza mía!” Muchos son aquellos que se fortalecen en la confianza, o la recuperan, apenas por contemplar esa bella pintura, sintiéndose inundados por la mirada materna, serena, cariñosa y alentadora de la Reina del Cielo.

Y el Divino Niño, también observando al fiel, apunta su índice a la Santísima Virgen, como diciendo: “Colóquese bajo su protección, recurra a Ella, sea enteramente de Ella, y Ud. conseguirá llegar hasta Mí”.

La Niña María


La Niña María -¡qué gracia en su vuelo!-, paloma del Cielo, al Templo subía y a Dios ofrecía el más puro don.


Sagrario y mansión, por Él consagrada y a Él reservaba, en su Corazón.
¡Oh blanca azucena! La Sabiduría su trono te hacía, dorada patena, de la gracia llena, llena de hermosura.



Tu luz, Virgen pura, Niña Inmaculada, rasgue en alborada nuestra noche oscura.
Tu presentación, Princesa María, de paz y alegría llena el corazón.



De Dios posesión y casa habitada, eres la Morada de la Trinidad.
A su Majestad la gloria sea dada.Amén.

11.14.2009

Oraciones medicinales



Oraciones medicinales


Desde Lima nos llegan estas "medicinas" para el alma y para el cuerpo, de fuerte sabor a religiosidad popular latinoamericana.

1.- Vírgen María, danos paz, pan y alegría. Bendícenos, perdónanos y haznos mejores cada día.

2.- Virgen Madre de dulzura, cúranos la amargura para que no perdamos la cordura y la ternura.

3.- Que aprendamos que el amor, el buen humor y la humildad, dan paz, alegría y felicidad.

4.- Quien busca buen trigo lo encuentra en la espiga. Quien busca oro fino lo encuentra en la mina. Quien busca a Jesús lo encuentra en María.

5.- De Belén salió Jesús con José y con María. De mi casa salgo yo con la misma compañía.

6.- Enséñame Senor el secreto: la Cruz besada y aceptada es menos pesada; la cruz rechazada es más pesada. Que en la cruz encuentre la luz.

7.- Prográmate con la señal de la Cruz (un "antivirus" muy eficaz): En la frente, Señor ponme pensamientos buenos y quítame los malos. En la boca, ponme palabras buenas, quítame las malas. En el corazón, ponme sentimientos y obras buenas y quítame lo malo.

suplica


María, Santa Madre de Dios, Madre de la Misericordia, gracias por cuidar de tus pequeños y rebeldes hijos, gracias por venir a nosotros a sacarnos del error y la confusión. No te alejes nunca de nosotros, y no dejes que nosotros nos alejemos de ti.

11.12.2009

Mensaje de Misericordia



Mensaje de Misericordia
María.
No podemos hablar de Misericordia de Dios sin hablar de María, Madre de la Misericordia, pues Ella es la Madre de Jesús que es la misma Misericordia divina. Y así como María es la Mediadora de todas las gracias, así también María nos obtiene la gracia de la misericordia de Dios para nuestras almas y para el mundo entero. La forma más segura de obtener la misericordia de Dios, es ir a los pies de María, ya que así la obtendremos infaliblemente y en grado superior. Si entendiéramos por un momento lo que es María para Dios, lo que es María para los hombres, quedaríamos perdidamente enamorados de Ella y no podríamos ya separarnos de su lado y amarla con todo el corazón. Vayamos a María si queremos obtener misericordia del Altísimo. María nos lleva a Jesús, y Jesús nos lleva a María.
Jesús, en Vos confío.

11.11.2009

Quien te ama, oh excelsa María, escuche esto y llénese de gozo:



Quien te ama, oh excelsa María, escuche esto y llénese de gozo:

El Cielo exulta de dicha,
la tierra, de admiración,
cuando digo: ¡Avemaría!

Mientras que el mundo se aterra,
poseo el Amor de Dios,
cuando digo: ¡Avemaría!

Mis temores me disipan,
mis pasiones se apaciguan,
cuando digo: ¡Avemaría!

Mi devoción se acrecienta
y alcanzo la contrición,
cuando digo: ¡Avemaría!

Se confirma mi esperanza,
se acrecienta mi consuelo,
cuando digo: ¡Avemaría!

Salta de gozo mi espíritu,
se disipa mi tristeza,
cuando digo: ¡Avemaría!
Porque la dulzura de esta suavísima salutación es tan grande que no hay términos adecuados para explicarla debidamente y, después de haber dicho de Ella maravillas, resulta todavía tan escondida y profunda, que es imposible descubrirla. Es corta en palabras, pero grande en misterios. Es más dulce que la miel y más preciosa que el oro. Hay que tenerla frecuentemente en el corazón para meditarla y en la boca para recitarla y repetirla devotamente

Docenario Guadalupano



Docenario Guadalupano

Por el presbítero Joaquín Gallo Reynoso, sacerdote jesuita

11/11/2009

La Sagrada Familia y el Acontecimiento Guadalupano: La vida santa de los protagonistas
Estamos en un mes que nos llama a revisar nuestra vida desde la óptica de la santidad. El día primero celebramos la fiesta de todos los santos y santas y eso nos invita a elevar nuestros ojos hacia quienes son modelo de vida cristiana para todas las generaciones. Ellas y ellos nos invitan a sentir la vocación que todos tenemos a la santidad. Pero también, en este mes, el domingo 22, celebraremos a Cristo Rey, nuestro modelo en todo, y eso sí nos invita a tenerlo como modelo de vida, horizonte de nuestra esperanza.Identificarnos a Él es la condición para participar eternamente de su misma gloria. Desde la perspectiva cristiana la santidad es llegar a parecernos lo más posible al Señor Jesús en sus valores, criterios, actitudes, servicios, disponibilidad ante la voluntad del Padre.Contemplarlo es esencial para captar todo esto que Él es y lo que Él significa para el mundo, para el cosmos, para el mundo angélico. Sin Él, nada; por Él, con Él y en Él, todo el honor y gloria al Padre, en el Espíritu Santo, por los siglos.

En el ambiente actual de tantas preocupaciones, calamidades, inundaciones, violencia, amenazas de subir impuestos y tantas cosas más es muy posible hacer a un lado la vida espiritual, enfriarnos, quedarnos medio secos ante tal cantidad de cosas que a veces nos abruman.Es el momento de detenernos, de contemplar a Jesús en los Evangelios para ver cómo actuó ante circunstancias difíciles y adversas.Él sí supo vivir y es capaz de entusiasmarnos y enrutarnos. Está bien el programa del otoño cultural ¡qué bueno que se haga! ¡Qué bueno que exista la Feria de Xmatkuil, es un encuentro popular importante en Mérida! Más importante tener la vivencia cercana de Cristo vivo, de Cristo que vive y está entre y con nosotros. ¡A descubrirlo y a vivir como Él; ésa es nuestra tarea como cristianos y nuestro aporte de salvación para el mundo!


Primera consideración: La santidad del Señor Jesús. Contemplemos al hijo predilecto del Padre totalmente vuelto hacia Él, el amor de su vida, de su eternidad. Tanto San Mateo como San Juan nos lo muestran empeñado en dar gloria al Padre, en hacer su voluntad; en acercar su reinado hacia todos sus hermanos. Nos muestran su infatigable proceder a favor de todos, incluidos los enemistados con Él mismo, con los alejados del Reino. El mismo Padre celestial lo presentó como a quien hay que escuchar (Mt 17,5).Jesús buscó la unidad de sus amigos, los invitó a llevar su buena noticia, a proclamar su presencia de gracia para todos.Pidámosle nos enseñe a dejarnos conducir por el Espíritu Santo como Él, para cumplir el plan de vida, de santidad y glorificación, que el Padre tiene para cada uno de nosotros. (Mt. 5,44-48; 6,33; 12,46-50; 26, 29.36.42; Jn. 4,34; 5, 30b; 8,28; 14,31 17, 4. 17).En el Acontecimiento Guadalupano María está rodeada del sol, signo de Dios para los indígenas; pero ella trae al verdadero sol y luz del mundo como lo hace notar Dios mismo con el signo del embarazo que trae María en su vientre y el signo Nahui Ollin que indicaba, para los indígenas de entonces, el centro de la vida, del movimiento, lo más grande, la casa de Dios.Gocemos con ellos unos momentos, contemplémoslos.Jaculatoria apropiada: Jesús, amado del Padre, centro y vida del universo; Enséñanos a apreciar y a hacer la voluntad del Padre.


Segunda consideración: La santidad de María, Madre de Jesús. Nuestra madre amada se abrió a la voluntad de Dios de una manera sorprendente en la anunciación del ángel Gabriel. Y cuántas veces más hizo durante su vida la voluntad de Dios. ¡Hasta en los momentos más difíciles como cuando Jesús se perdió en Jerusalén o al pie de la cruz! Y ¡cómo comprendió al Señor y lo siguió por los difíciles caminos que Él fue recorriendo! Ella, siempre amando, siempre sirviendo, siempre con su hijo amado para acompañarlo y presentarlo a otros.Ella, la siempre dócil al espíritu desde su consciente y sencilla humildad (Lc. 1,46-55).En el Acontecimiento Guadalupano, además de otros títulos que ella le expresó a San Juan Diego al principio de las apariciones, le dijo: “Soy la perfecta siempre virgen, Santa María, madre del verdaderísimo Dios por quien se vive…” (N.M. 26). Ella nos dice que es santa. Y así le decimos continuamente en el Ave María: “Santa María, madre de Dios”. Pidámosle nos ayude a encontrar la voluntad de Dios para nosotros y vivirla.


Tercera consideración: La santidad de San José. Las narraciones del Evangelio nos presentan a San José como quien está dispuesto a hacer la voluntad de Dios en las diferentes circunstancias de la vida. Así lo vemos cuando aceptó a María como su esposa aun a pesar de que estaba embarazada (Mt 1,18-24).Fue a empadronarse a Belén (Lc. 2,1-7) y tuvo que huir a Egipto( 2,13-15 y 18-23); llevó al niño y a la Virgen a Jerusalén todas las veces que hubo que hacerlo (2,41-51). Fue el artesano (Mc. 6,1-5) que estuvo junto a Jesús y María dándoles lo necesario para vivir, y compartió con ellos hasta su bienaventurada muerte. Aprendamos de él a servir a otros como él lo hizo en su tiempo con Jesús, María y el pueblo en el que vivió.


Cuarta consideración: La santidad de Juan Diego, “el águila que habla…” En el Acontecimiento Guadalupano contemplamos cómo Juan Diego era un hombre que “asistía a las cosas de Dios “andaba en pos de Dios y sus mandatos” (N.M.6).Iba a misa como dice la narración (69). Amaba a sus prójimos, entre ellos a su tío Juan Bernardino, a quien fue ”a buscarle un médico, pues se le había asentado la enfermedad, estaba grave” (95). Proclamó la verdad de Dios y de Santa María de Guadalupe ante los suyos; llegaron a llamarle el peregrino por todos los recorridos que hacía en favor de la Virgen y de su pueblo. Unido a Jesús y a María fue modelo de trabajador, esposo y pariente. Profeta de su pueblo indígena, como “verdadera águila que habla” —como era su nombre: Cuauhtlatoatzin— les anunció la verdad de nuestra fe. Murió santamente en 1548. Desde entonces nos atiende desde la gloria. Pidámosle que seamos, como él, verdaderos discípulos y misioneros de María y de Jesús.


Quinta consideración: Los otros tres Juanes que estuvieron como colaboradores de Dios y de María en la propagación de la fe en México. La Virgen, en Israel, tuvo dos Juanes cercanos: el Bautista y el Evangelista; también en el Acontecimiento Guadalupano estuvieron Juanes, cuatro. Ese nombre quiere decir: Regalo, gracia de Dios. Así que ellos fueron un regalo para Jesús y María, y para nosotros.Conozcamos algo de ellos.El obispo Fray Juan de Zumárraga, a quien la Virgen, por voluntad de Dios, le encargó la construcción de su casita para atender a su pueblo.Era de la misma edad de Juan Diego y acabaron siendo amigos; aquél como confesor del santo. Juan Bernardino, el querido tío de Juan Diego, símbolo de una vida recta de las personas que se esfuerzan por conocer y seguir, por comunicar la fe de sus mayores, las raíces de su vivir.Juan González, el clérigo que después fue sacerdote, y que en ese tiempo fue el secretario de Fray Juan de Zumárraga y el primero en hacer una breve relación en castellano de las Apariciones y mensaje de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac, quien murió santamente también, según los testigos de su tiempo


.Todos ellos nos están invitando, desde nuestra propia realidad, a vivir una vida en comunión con Dios, con María, con su pueblo. Vivamos y sirvamos como ellos y sigamos más de cerca al Señor Jesús, nuestro camino, verdad y vida. Otros apoyos bíblicos.— Fil. 4,4-9 Col. 3,8-17 2, Tes. 2,13-17 1 Jn. 3, 13-18 y 4,15-21 ** Con María, nuestra madre, y su esposo San José, conocemos, amamos y servimos mejor al Señor Jesús **

11.09.2009

La Santísima Virgen está preocupada por el mundo entero,


La Santísima Virgen está preocupada por el mundo entero, y es por eso que en todas sus apariciones nos pide una urgente conversión, que la humanidad vuelva a Dios para ser salvada. Porque debemos tener en claro que todo el mal que hay en el mundo viene por causa del pecado. Es el pecado el que da fuerza a Satanás para que cause calamidades y desgracias de todo tipo, y el demonio hace todo lo posible para aumentar los pecados, porque sabe que llegará un momento que esa montaña de pecados nos caerá encima y nos aplastará en tremendos castigos. Entonces es que interviene la Virgen y llama a sus hijos para que la ayuden a llamar a todos los hombres, así por lo menos si no se pueden evitar ya los tremendos castigos que esperan al mundo, sí por lo menos se puedan atenuar y abreviar su duración y se salven muchas almas. ¡Qué hermosa misión tenemos los que hemos sido llamados a ser portadores del mensaje de María! Somos como el profeta Jonás que anunciaba a Nínive su próxima destrucción si no se convertía. No nos debe dar vergüenza de anunciar a todos los hombres que si no se convierten caerá sobre ellos un tremendo castigo. El castigo no lo envía Dios sino que son los mismos hombres, enloquecidos con su orgullo y movidos por Satanás, los que provocarán la tremenda hora que se avecina, porque de Dios no puede venirnos ningún mal, jamás, ya que de Él nos viene solo el bien. Convirtámonos lo antes posible e invitemos a nuestros prójimos a hacer lo mismo, porque no sabemos el día ni la hora en que estas cosas comenzarán a suceder.

11.05.2009

La Misericordia de Dios y María Santísima


La Misericordia de Dios y María SantísimaSeñor Jesús, te ruego me concedas la gracia de alabar a tu Santísima Madre dignamente (...) . Para alcanzar tu Misericordia, una verdadera devoción hacia tu Santísima Madre y difundir esta devoción por toda la tierra, concédeme amarte ardientemente y acepta para ello la súplica inflamada que te dirijo con San Agustín y tus verdaderos amigos:
Tú eres, oh Cristo,Mi Padre Santo, mi Dios Misericordioso,Mi Rey poderoso, mi Buen Pastor,Mi Único Maestro, mi mejor ayuda,Mi Amado hermosísimo, mi Pan vivo,Mi Sacerdote por la eternidad,Mi Guía hacia la Patria,Mi Luz verdadera, mi dulzura santa,Mi Camino recto, mi Sabiduría preclara,Mi humilde simplicidad, mi concordia pacífica,Mi protección total, mi rica heredad,Mi Salvación eterna....
¡Cristo Jesús, Señor amabilísimo!¿Por qué habré deseado durante la vidaalgo fuera de Ti, mi Jesús y mi Dios?¿Dónde me hallaba cuando no pensaba en Ti?Anhelos todos de mi corazón,inflámense y desbórdense desde ahorahacia el Señor Jesús;corran, que mucho se han retrasado,apresúrense hacia la meta,busquen a quien buscan.
¡Dulce Jesús, que todo buen corazón dispuesto a la alabanza,Te ame, se deleite en Ti, se admire ante Ti!¡Dios de mi corazón!¡Herencia mía, Cristo Jesús!¡Desfallezca el latir de mi corazón!Vive, Señor, en mí;
Enciéndase en mi pecho la viva llama de tu Amor,
Acrézcase en incendio;Arda siempre en el altar de mi corazón,
Queme en mis entrañas,Incendie lo íntimo de mi alma,
Y que en el día de mi muerteComparezca yo consumado en tu Presencia. Amén.

11.04.2009

PENSAMIENTO



Si tenéis la dicha de grabar en el corazón de los niños y de los jóvenes el amor y la confianza en la Virgen María, habéis asegurado su salvación.
Marcelino Champagnat

11.03.2009

ORACION POR LA NOCHE A LA VIRGEN


ORACION POR LA NOCHE A LA VIRGEN
J.Leoz

Cuando vence la luna al sol
y, la noche invita a la calma
nuestro cansancio se pone en manos de MARIA
Cuando el descanso nos urge a la reflexión
y la oscuridad a la quietud de la noche
todo ello, lo dejamos bajo un rostro: MARIA
Cuando cerramos las puertas
y atrás quedan luchas y fatigas
decepciones y sufrimientos
buscamos en el silencio a una figura: MARIA
Cuando hemos caminado sin obtener demasiado fruto
y las luchas nos han dejado extenuados
buscamos la fuerza de Dios, con alguien que vive a su lado: MARIA
Cuando pensamos que todo ha acabado
que todos los días son iguales
y que no merecen la pena ser vividos
buscamos un reconstituyente de esperanza: MARIA
Déjanos, Madre y Virgen,
antes de caer en el dulce sueño
poner en tus manos lo que, en esta mañana,
quisimos fuera sincera realidad:
Si no estuvimos a la altura….perdón, Señor
Si olvidamos tu presencia….perdón, Señor
Si no crecimos en honestidad….perdón, Señor
Si, la fe y la esperanza, no las cuidamos….perdón, Señor.
María, mientras dormimos
te pedimos que veles nuestro sueño
que inclines tu rostro de Madre sobre nosotros tus hijos
y que, mañana cuando despertemos,
Dios nos dé otra oportunidad para seguir siendo los amigos de Jesús.

11.02.2009

EL AVE MARIA


EL AVE MARIA

San Luis María Grignion de Montfort

57) ¿Te debates en la miseria del pecado? Invoca a la excelsa María y dile: ¡Ave! Que quiere decir: «¡Te saludo con profundo respeto a Ti que eres sin pecado ni desgracia!» Ella te librará de la desgracia de tus pecados.

¿Te envuelven las tinieblas de la ignorancia o del error? Recurre a María y dile: ¡Ave María! Es decir: «Iluminada con los rayos del Sol de Justicia». Ella te comunicará sus luces.

¿Caminas extraviado, fuera de la senda del Cielo? Invoca a María, que quiere decir: «Estrella del mar y Estrella polar, que guía nuestro peregrinar por este mundo». Ella te conducirá al puerto de salvación.

¿Has perdido la gracia? Honra la abundancia de gracias de que Dios llenó a la Santísima Virgen y dile: «Llena de gracia y de todos los dones del Espíritu Santo». Ella te dará sus gracias.

¿Te sientes solo y abandonado de Dios? Dirígete a María y dile: «El Señor es Contigo más noble y está más íntimamente que en los justos y los santos, porque eres con Él una misma cosa, pues siendo Él tu Hijo, su carne es carne tuya. Y dado que eres su Madre, estás con el Señor y en semejanza perfecta y mutua caridad». Dile finalmente: «Toda la Santísima Trinidad está Contigo, pues eres su precioso Templo». Ella te colocará bajo la protección y salvaguardia del Señor.

¿Estás hambriento del Pan de la gracia y del Pan de la vida? Acércate a Ella que llevó el Pan vivo descendido del Cielo. Dile: «Bendito es el fruto de tu vientre, el que concebiste sin detrimento de tu virginidad, que llevaste sin trabajo y diste a luz sin dolor. Bendito Jesús, que rescató al mundo esclavizado, curó al mundo enfermo, resucitó al hombre muerto, hizo volver al hombre desterrado, justificó al hombre criminal y salvó al hombre condenado. Ciertamente tu alma será saciada del pan de la gracia en esta vida y de la vida eterna en la otra. Amén».

58) Concluye tu plegaria con la Iglesia y dile:
«Santa María, santa en cuerpo y alma, santa por tu singular y eterna abnegación en el servicio de Dios, santa en tu calidad de Madre de Dios que te dio una santidad eminente como convenía a esta infinita dignidad».
«Madre de Dios y también Madre nuestra, Abogada y Mediadora nuestra, Tesorera y Dispensadora de las gracias de Dios: alcánzanos pronto el perdón de nuestros pecados y la reconciliación con la Divina Majestad».«Ruega por nosotros, pecadores: pues tienes tanta compasión de los miserables, que no desprecias ni rechazas a los pecadores, sin los cuales no serías la Madre del Salvador. Ruega por nosotros ahora, durante el tiempo de nuestra vida corta, frágil y miserable. Ahora, porque sólo nos pertenece el momento presente. Ahora, cuando somos acometidos y estamos rodeados, noche y día, de poderosos y crueles enemigos».
«Y en la hora de nuestra muerte, tan terrible y peligrosa, cuando se agoten nuestras fuerzas, cuando nuestro cuerpo y espíritu estarán abatidos por el dolor. En la hora de nuestra muerte, cuando satanás redoblará sus esfuerzos a fin de arruinarnos para siempre. En esa hora en que se decidirá nuestra suerte para toda una eternidad, dichosa o infeliz. Ven en ayuda de tus pobres hijos, Madre compasiva, Abogada y Refugio de los pecadores. Aleja de nosotros en la hora de la muerte a los demonios, enemigos nuestros, cuyo horroroso aspecto nos espanta. Ven a iluminarnos en las tinieblas de nuestra muerte. Guíanos y acompáñanos ante el Tribunal de nuestro Juez, que es Hijo tuyo. Intercede por nosotros para que nos perdone y reciba en la mansión de la gloria eterna. ¡Amén: que así sea!»
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