La flor-cerro-tepeyac en el vestido de María
Después de haber celebrado ayer a San Juan Diego, avancemos en la comprensión de la Imagen Mariana por excelencia, la misma que Dios nos dejó y que está al pie del cerro del Tepeyac.
Dios es muy concreto para revelarse, lo hace en sitios concretos y con personas concretas. El espacio y tiempo lo tiene muy delimitado para sus actuaciones, sobre todo si van a ser de gran trascendencia.
Hoy contemplaremos el sitio que Él eligió para que María viniera a poner su casa entre nosotros; un cerro convertido en flor representado por una flor-cerro y que lo trae la Virgen, en nueve sitios, muy estilizado, en figura simbólica, en su vestido.
María llega a un lugar concreto, un cerrito de América.
Desde allí habla con Juan Diego, allí le da las flores, allí quiere su casita, desde allí quiere mostrar a su Hijo a todo el continente; allí quiere sanar, consolar a todos sus hijos como lo dice en la narración original. Frase de la Biblia: “El Señor de los ejércitos ofrecerá a todos los pueblos sobre esta montaña un banquete de manjares suculentos, un banquete de vinos añejados, decantados. Él arrancará sobre esta montaña el velo que cubre a todos los pueblos, el paño tendido sobre todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor enjugará las lágrimas de todos los rostros, y borrará sobre toda la tierra el oprobio de su pueblo, porque lo ha dicho Él, el Señor” (Is 25, 6-8).
Primera consideración: El cielo nos descubre al Tepeyac, el cerro desde donde María habló con Juan Diego. María quiere mostrarnos el Tepeyac, ya que ésa es la parte más iluminada del vestido, la luz está sobre el cerro, la luz está sobre el Tepeyac.Jaculatoria: Reina de flores y cantos; de la armoniosa creación; ofrécele nuestras vidas a Cristo Rey, el Señor.
Segunda consideración: Hay varias flores-cerro en el vestido de María; están cubiertas de hierbas y flores; el Tepeyac está floreciendo, se está cubriendo de flores. Se engalana para ejercer su misión.
Tercera consideración: Del cerro brota agua; cerro y agua significan ciudad, ciudad que florece. México es la ciudad que florece, América está floreciendo. En América nace, crece, florece la fe.
Cuarta consideración: En la aridez del frío y el invierno el Tepeyac se cubre de flores. En el Tepeyac florece la fe en el Verdadero Dios por quien vivimos, en María, Madre de todos.
Quinta consideración: Bajó la flor al Tepeyac, bajó la Virgen María, bajó Dios. Bajaron a México, a América, vinieron para quedarse. Ellos están con nosotros.* * María de Guadalupe vive en el Tepeyac; Dios y nosotros le hicimos Su casa.
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