Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe

Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe Llegamos al gran día de México; hoy, la mayoría del país está de fiesta. ¡Qué alegría para nosotros! ¡Lástima por otros, porque de parte de Dios y de María su regalo es para todas, para todos! Si no quieren algunos recibir el regalo, ellos se lo pierden. Pidamos por ellos para que lleguen a conocer “Al verdaderísimo Dios por quien vivimos” y a Santa María de Guadalupe, nuestra amorosa madre.Hoy trataremos de concentrarnos en una síntesis hecha por el padre Mario Rojas, adaptada por mí, que como la mayoría de este docenario fue el autor mediato gracias a sus tres rosarios guadalupanos que nos regaló.

Esperamos su bendición desde el cielo mientras nos metemos en la fiesta. A gozarla, en el nombre de Dios y de María de Guadalupe.

Cada quien, cada comunidad, dígale a María desde su corazón: ¡“Buenos días, paloma blanca, hoy te vengo a saludar; saludo hoy tu gran belleza en tu reino celestial; eres madre del Señor, toda limpia y sin mancha, buenos días, te doy mi amor; buenos días, paloma blanca”! Frase de la Biblia: “Y apareció en el cielo un gran signo: una mujer revestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.

Estaba encinta y con los dolores de dar a luz. Y la mujer dio a luz a un hijo varón que ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro”. Ap. 12, 1-2 y 5 María vino a México para acabar con la serpiente antigua. En su imagen, Dios nos ha dejado a la reina que triunfa sobre el enemigo del mundo con la fuerza y presencia de su hijo amado.Contemplemos a María, la triunfadora, la anunciada en la piedra del sol, porque es la madre que trae al niño-sol para vencer definitivamente, es el león de Judá que viene a devorar a su presa, esa serpiente antigua, el satán y sus esbirros…

Primera consideración: En María está todo, estamos todos. En ella todo está en paz, en armonía. En ella nos miramos, en ella nos reconocemos y nos encontramos, en ella nos encontramos con Dios.Jaculatoria: Santa María de Guadalupe, nuestra madre espiritual; acógenos en tu regazo, madre sin igual.

Segunda consideración: El vocablo, la palabra “México”, significa “en el centro, en el ombligo de la luna”, María viene sobre la luna, está bajando a México. Ella llega a México, llega a América, es para todo el universo. Es para el triunfo definitivo de su hijo y señor universal… En ella están el sol, la luna, las estrellas, las nubes; en ella todo está en paz, todo es armonía.En María están el día y la noche. En la oscuridad nos guía, en la luz nos acompaña. En Ella están el trabajo y el descanso. Ella danza y reza, contemplación y movimiento, para darlo a Él con todo su amor… Para rogar por nosotros.

Tercera consideración: En María están el cielo y la tierra, Dios abrazando a los hombres. En Ella hay anuncio y un mensajero: el hombre con alas de águila.En el hombre con alas de águila está simbolizado Juan Diego ‘el águila que habla’, y nosotros, todos, bajo la sombra y resguardo de María, Ella nos acoge y protege como verdadera y piadosa madre para que seamos águilas que hablemos, discípulos y misioneros de su hijo, y lo llevemos a quienes no lo conocen, a quienes todavía no lo aceptan...

Cuarta consideración: Su manto color jade, las hierbas, nos dicen que es virgen: el cinto, la luz, la flor sobre su vientre, nos dicen que es madre. Es la madre y su hijo, es la madre y sus hijos; María y Jesús, María y nosotros.

Quinta consideración: María de Guadalupe es nuestra madre, es la madre de América, María de Guadalupe es madre de todos los pueblos. Es la elegida por Dios para prepararle todos los caminos a su hijo, también, su triunfo definitivo con la fuerza del Espíritu Santo.Oraciones finales acostumbradas. Añadir la lectura del salmo 147 y unas breves letanías inventadas por quienes han estado siguiendo estas publicaciones. Que Él y Ella bendigan a todos en estas fiestas y en las de la Navidad. Feliz y solidario año 2010. * * * Con María de Guadalupe, madre triunfadora universal, le preparamos al Señor un mundo solidario dispuesto a recibirlo.