Con el Rosario llueven gracias.
Mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la Madre del Redentor.
(De la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae)
Comentario:
Rezando el Rosario obtenemos una lluvia de gracias sobre nosotros, sobre nuestros seres queridos y sobre todo el mundo. Porque el Rosario es la oración predilecta de María, por la que Ella se complace en dar todo a sus hijos, ya que María es la que distribuye las gracias del Altísimo.
Si pudiéramos ver con nuestros ojos lo que es el rezo del Rosario, los beneficios celestiales que se obtienen con su rezo, no perderíamos tanto tiempo en frivolidades y en pasatiempos inútiles, sino que dedicaríamos un tiempo considerable del día en hacer oración por este medio, es decir, rezaríamos más rosarios, y así estaríamos mejor protegidos contra el Maligno, y protegeríamos mejor a nuestros familiares y amigos, y envolveríamos el mundo entero con la cadena del Rosario, que sería una protección para toda la tierra y la humanidad.
Dios ha destinado, desde toda eternidad, muchas gracias para cada uno de nosotros, pero ha condicionado el dárnoslas a que nosotros se las pidamos. Pues bien, una forma excelente de pedírselas es mediante el rezo del Rosario.
Mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la Madre del Redentor.
(De la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae)
Comentario:
Rezando el Rosario obtenemos una lluvia de gracias sobre nosotros, sobre nuestros seres queridos y sobre todo el mundo. Porque el Rosario es la oración predilecta de María, por la que Ella se complace en dar todo a sus hijos, ya que María es la que distribuye las gracias del Altísimo.
Si pudiéramos ver con nuestros ojos lo que es el rezo del Rosario, los beneficios celestiales que se obtienen con su rezo, no perderíamos tanto tiempo en frivolidades y en pasatiempos inútiles, sino que dedicaríamos un tiempo considerable del día en hacer oración por este medio, es decir, rezaríamos más rosarios, y así estaríamos mejor protegidos contra el Maligno, y protegeríamos mejor a nuestros familiares y amigos, y envolveríamos el mundo entero con la cadena del Rosario, que sería una protección para toda la tierra y la humanidad.
Dios ha destinado, desde toda eternidad, muchas gracias para cada uno de nosotros, pero ha condicionado el dárnoslas a que nosotros se las pidamos. Pues bien, una forma excelente de pedírselas es mediante el rezo del Rosario.
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