Pide en tus intenciones, en la manera en que lo estás haciendo:
"Que el Señor tenga misericordia con el mundo entero,
y que el mundo entero responda a su llamado de conversión,
que el hombre se entregue totalmente a Dios
y que no deje pasar este momento tan especial".
(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás)
Comentario:
La Santísima Virgen en todas sus apariciones nos pide una urgente conversión, y aquí lo dice claramente en este mensaje: “Que el hombre no deje pasar este momento tan especial para convertirse y entregarse a Dios”. ¿Y esto qué nos dice a nosotros? Si ya estamos en el camino de Dios, entonces nos dice que debemos profundizar en nuestra conversión, porque la conversión no es solo un acto aislado, sino que siempre tenemos que estar convirtiéndonos, tendiendo cada vez con más fuerzas al Bien, a Dios. Y si no estamos en el camino de Dios, entonces este llamado que nos hace María debemos tomarlo muy en serio, porque Ella, como buena Mamá que es, quiere el bien para sus hijos. ¿Qué gana Ella con que nosotros nos convirtamos? Ella no gana nada, sino que los que ganamos somos nosotros mismos, que así nos salvamos del Infierno eterno y vamos derecho por el camino del Cielo. Hagámosle caso a esta Madre santa que vela por nuestro bien temporal y eterno, porque lejos de Dios seremos los seres más infelices de la tierra y, cuando nos llegue la muerte nos esperará el Infierno lleno de horrores, y ya no habrá más tiempo de conversión, habrá pasado el tiempo de misericordia y de paciencia de Dios y vendrá el tiempo de la Justicia divina.
"Que el Señor tenga misericordia con el mundo entero,
y que el mundo entero responda a su llamado de conversión,
que el hombre se entregue totalmente a Dios
y que no deje pasar este momento tan especial".
(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás)
Comentario:
La Santísima Virgen en todas sus apariciones nos pide una urgente conversión, y aquí lo dice claramente en este mensaje: “Que el hombre no deje pasar este momento tan especial para convertirse y entregarse a Dios”. ¿Y esto qué nos dice a nosotros? Si ya estamos en el camino de Dios, entonces nos dice que debemos profundizar en nuestra conversión, porque la conversión no es solo un acto aislado, sino que siempre tenemos que estar convirtiéndonos, tendiendo cada vez con más fuerzas al Bien, a Dios. Y si no estamos en el camino de Dios, entonces este llamado que nos hace María debemos tomarlo muy en serio, porque Ella, como buena Mamá que es, quiere el bien para sus hijos. ¿Qué gana Ella con que nosotros nos convirtamos? Ella no gana nada, sino que los que ganamos somos nosotros mismos, que así nos salvamos del Infierno eterno y vamos derecho por el camino del Cielo. Hagámosle caso a esta Madre santa que vela por nuestro bien temporal y eterno, porque lejos de Dios seremos los seres más infelices de la tierra y, cuando nos llegue la muerte nos esperará el Infierno lleno de horrores, y ya no habrá más tiempo de conversión, habrá pasado el tiempo de misericordia y de paciencia de Dios y vendrá el tiempo de la Justicia divina.
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