PRINCIPALES MENSAJES DE LA REINA DE LA PAZ
PAZ
- Paz en el corazón: “Reconciliaos con Dios”
- Paz en el mundo: “Haced la Paz unos con otros. Amaos como hermanos”
PAZ
- Paz en el corazón: “Reconciliaos con Dios”
- Paz en el mundo: “Haced la Paz unos con otros. Amaos como hermanos”
CONVERSIÓN RADICAL Y PROFUNDA
- “Dios os ama inmensamente. Amadle vosotros con todo vuestro corazón”
FE
- “Creed. Vivid vuestra Fe completamente”
ORACIÓN CON TODO EL CORAZÓN
- “Rezad cada día el Santo ROSARIO, completo, y meditadlo” (las tres Partes)
- “Leed y meditad diariamente las SAGRADAS ESCRITURAS, y después hacedlas vida en vosotros”.
- ORACIÓN PROFUNDA: “Estad en Silencio y con Amor delante de JESÚS”
VIDA SACRAMENTAL
- EUCARISTÍA: “La Santa Misa debe ser el centro de vuestra vida: vividla”.
“Nunca podréis comprender toda Su Grandeza”
“Preparad vuestro corazón para asistir a la Santa Misa. Id al Templo antes de que comience la Eucaristía y quedaos, después, para dar gracias”
- SACRAMENTO DE LA PENITENCIA (CONFESIÓN):
“Recibidlo con frecuencia. Por lo menos una vez al mes y siempre que lo necesitéis”
“No os conforméis con confesar vuestros pecados. Debéis esforzaros en cambiar de vida”
“Naciones enteras de Occidente se curarían si la gente se confesara a menudo”
AYUNO–PENITENCIA
- AYUNO: “Pan y agua los viernes” (mejor también los miércoles)
- PENITENCIA:
“Haced sacrificios y mortificaciones por Amor a Dios y por la Conversión del mundo”
“Renunciad a cosas superfluas o perjudiciales” (Televisión...)
“Renunciad, sobre todo, al pecado”
ABANDONO TOTAL EN DIOS
- “Confiad plenamente en Su AMOR y en Su PROVIDENCIA”
- “Llevad una vida sencilla, austera”
- “Dios os ama y está siempre a vuestro lado, especialmente cuando tenéis dificultades o sufrimientos”
CONSAGRACIÓN A LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA
- “No recitéis únicamente una oración, sino esforzaos en vivir fieles a esta consagración en cada momento de vuestra vida”
ORACIÓN POR UN ENFERMO
El 22 de junio de 1985, la Virgen dictó a Jélena Vasilij esta oración por un enfermo. A este propósito la Virgen ha dicho: "Queridos hijos: ¡La oración más hermosa que podéis rezar por un enfermo es precisamente ésta!
La Virgen ha añadido a Jélena que el mismo Jesús la ha aconsejado. Jesús quiere que, durante el rezo de esta plegaria, tanto el enfermo como quien intercede por él se abandonen con confianza en las manos de Dios.
(Recitad tres veces el Gloria, antes de esta oración)
“Oh, Dios mío, el enfermo que se encuentra ante Ti ha venido exponerte su deseo, pidiéndote lo que juzga ser para él la cosa más importante. Dios mío, infunde Tú en su corazón este convencimiento: ¡Lo importante es que gocemos de salud en el alma! ¡Que se cumpla en todo, Señor, sobre él tu santa voluntad! Si quieres su curación, que se cure, pero si tu voluntad es otra, que siga llevando su cruz.
También te pido por cuantos intercedemos por él: purifica nuestros corazones para que seamos dignos de transmitir, por nuestro medio, tu divina misericordia. Señor, protégelo y alivia sus penas. Que se cumpla en él tu santa voluntad. Que sea revelado por su medio tu Santo Nombre. Ayúdale a llevar con valentía su cruz.”
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