DIOS QUIERE ESTABLECER EN EL MUNDO LA DEVOCIÓN AL
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
El trece de Junio, cuando los niños llegaron a Cova vieron que había una pequeña multitud esperándolos. Después de haber rezado el Santo Rosario con Jacinta y Francisco junto con las personas que estaban presente, vimos otra vez, el reflejo de luz que se nos acercaba (solíamos decir que eran rayos) y después, a Nuestra Señora en el roble como en mayo.
"Por favor dígame, Señora, ¿qué es lo que quiere de mi?"
"Quiero que vengas aquí el día trece del mes que viene. Quiero que continúes rezando el Santo Rosario todos los días. Después de cada misterio quiero que mis hijos recen de esta manera. "Oh mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno. Lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia".
"Quiero que aprendan a leer y escribir, y luego les diré que más quiero de ustedes. "
"¿Nos llevarás al Cielo?"
"Si, me llevaré a Jacinta y a Francisco muy pronto, pero tú te quedarás un poco más, ya que Jesús desea que tu me hagas conocer y amar en la tierra. Él quiere también que tu establezcas devoción a mi Inmaculado Corazón en el mundo entero"
"¿Y me voy a quedar sola en el mundo?"
"No sola, hija mía, y no debes estar triste. Yo estaré contigo siempre, y mi Inmaculado Corazón será tu consuelo y el Camino que te llevará hacia Dios".
Fue en ese momento, cuando pronunció sus últimas palabras, Ella abrió las manos y nos comunicó por segunda vez el reflejo de esa luz inmensa. En Ella nos vimos como sumergidos en Dios. Jacinta y Francisco parecían estar dentro de la parte de luz que se elevaba hacia el Cielo y yo en la que se reflejaba sobre la tierra. En la palma de la mano derecha le vimos un corazón rodeado de espinas que parecían penetrarlo. Comprendimos que era el Corazón Inmaculado de María que, ultrajado por los pecados de la humanidad, pedía reparación.
Sor Lucía de Fátima . Memoria sobre la segunda aparición en Fátima
Sor Lucía de Fátima . Memoria sobre la segunda aparición en Fátima